Durante la edición 2023-2024 del Premio Nacional de Cultura, el jefe de Estado subrayó la importancia de unir fuerzas contra el fascismo, que resurge en diversas regiones del mundo. Este contexto resalta la urgencia de una revolución cultural que reivindique los valores de igualdad y felicidad, pilares de una sociedad justa y humana.
Durante su discurso, el Mandatario expresó, «estamos en una conciencia superior de un país sometido a una guerra multiforme», afirmó, refiriéndose a una batalla psicológica y cognitiva que pretende despojar a la nación de su identidad.
“La guerra no se libra únicamente en el terreno físico, sino también en el ámbito cultural, donde nuestras raíces son atacadas y la autoestima de nuestros ciudadanos socavada”, dijo en un acto que se celebró en el salón Ayacucho del Palacio de Miraflores.
La crítica del Dignatario a la hegemonía de la cultura occidental del Norte fue contundente: «La única opción de ellos es el fascismo», sentenció, al abordar el resurgir de ideologías extremistas que buscan dividir y menoscabar los derechos humanos fundamentales. Esta lucha, en palabras del presidente, no es sólo local; se manifiesta en un contexto global donde los movimientos de extrema derecha amenazan con arraigarse nuevamente en Europa y más allá.
La Cultura como Vacuna
El jefe de Estado venezolano subrayó que «la mayor vacuna para nuestros niños, niñas y jóvenes es practicar nuestra cultura». En un momento de crisis, la identidad cultural mundial se convierte en un refugio y una fuente de resistencia.
Con esta afirmación, el Mandatario notificó un llamado a la colectividad latinoamericana, instando a que la defensa de nuestras tradiciones y valores sea el pilar en la construcción de un futuro más inclusivo y humano.
La lucha no se acaba con el reconocimiento de la crisis. El Dignatario enfatizó que «Venezuela, América Latina y el Caribe necesita una poderosa revolución cultural», que contrarreste los antivalores promovidos por el fascismo. Esta revolución debe ser profundamente humanista y diversa, buscando el optimismo y la felicidad para todos los pueblos. En este sentido, reivindicó las palabras de Simón Bolívar:
“El sistema de gobierno más perfecto es aquél que produce mayor suma de felicidad posible, mayor suma de seguridad social y mayor suma de estabilidad política”, resaltó.
Un Llamado a la acción
La intervención del Presidente culminó con un llamado a la acción unitaria, invitando a países del continente y del mundo a construir una «nueva modernidad socialista» que promueva la justicia social y el respeto por la dignidad humana. Venezuela se presenta como un camino de esperanza en la lucha contra el totalitarismo y la opresión, abogando por un camino donde el respeto, la igualdad y los derechos fundamentales como la cultura sean la norma.
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